BIODIVERSIDAD EN MEDIO DE LA ACTIVIDAD AGROINDUSTRIAL
Las inspecciones visuales y cámaras trampa instaladas en las plantas y fincas de Palnorte han revelado una gran riqueza natural. Desde zarigüeyas, mapaches y armadillos, hasta aves como guacharacas, carpinteros y pericos. Estos registros no solo confirman la riqueza natural del entorno, también evidencian la efectividad de las políticas ambientales de la empresa, que incluyen la prohibición de caza, señalización en lugares de tránsito de animales y el monitoreo constante de los ecosistemas. Gracias a estas acciones, Palnorte reafirma su compromiso con la sostenibilidad y la convivencia armónica entre la producción y biodiversidad.

ENCUENTROS INESPERADOS
Uno de los momentos más llamativos ocurrió en enero de este año, cuando las cámaras registraron fugazmente a un yaguarundí, un felino poco común en la región. También se ha confirmado la presencia de tigrillos y, más recientemente, chigüiros cerca de zonas pobladas, un hallazgo que sorprendió a los equipos ambientales.
“Estos registros son un indicador de que los ecosistemas mantienen su equilibrio, pues la presencia de depredadores como los felinos solo es posible si hay suficiente alimento y buenas condiciones de hábitat”, explicó Sergio Jauregui, Gestor Ambiental de Campo Palnorte.
Lo que revelan los registros
El monitoreo constante ayuda a identificar dinámicas de las poblaciones, implementar medidas de conservación y garantizar que las operaciones no rompan el balance ecológico. De acuerdo con Neyla Durán, Coordinadora Ambiental de Palnorte, “el avistamiento de estas especies refleja la armonía que puede coexistir entre el proceso industrial y la naturaleza”.

Más que un requisito, un compromiso
El seguimiento de fauna no solo responde a la normatividad ambiental. Para la empresa es también una herramienta que fortalece la gestión sostenible: la señalización en zonas de tránsito de animales, prohibición estricta de la caza en todas las instalaciones, y planes de sensibilización con los trabajadores para promover la conciencia ambiental.
“Cuando vemos a una especie, la recomendación siempre es observarla y no interferir. Respetar su espacio es una forma de proteger la biodiversidad y de convivir en equilibrio con ella”, añadió Sergio Jauregui.

Desafíos y responsabilidad compartida
El mayor reto está en mantener la cultura ambiental dentro y fuera de la empresa. Las creencias y costumbres de cada persona pueden afectar el cuidado de las especies, por eso Palnorte refuerza la educación y las políticas que garantizan su protección.
Neyla Durán lo resume así: “Los más jóvenes aprenden de nuestro ejemplo. Si cultivamos conciencia ambiental hoy, aseguramos que las generaciones futuras también puedan convivir con esta diversidad”.